El Palacio del Príncipe
El Palacio del Príncipe

El palacio del príncipe de Mónaco es sin duda otro de los lugares emblemáticos que debes visitar si estás o vas a estar en el lugar. Si nos fijamos en su construcción, nos tenemos que remontar nada menos que al siglo XIII, concretamente al año 1215. Al principio nació como una fortaleza de los Grimaldi y aunque ha sido víctima de asedios y batallas, lograron retenerlo como pudieron gracias a acuerdos con aliados. A medida que en Europa se extendían los palacios y las nuevas medidas de seguridad, los Grimaldi se vieron obligados a reconstruirlo en Palacio, obras que desde luego no fueron sencillas.

Pero irónicamente, si hacemos un avance hasta finales del siglo XVIII cuando las obras quedaban terminadas, fueron los franceses los que aprovecharon para entrar y hacer suyo el palacio echando a sus hasta ahora y desde el principio dueños. Después de eso tenemos que viajar a lo largo del siglo XIX y principios del XX para ver su gran cambio, cómo se convirtió en símbolo más que en otra cosa, ahora el tema estaba en lo artificioso, lo ficcional. De hecho, esto acabó por confirmarse cuando Grace Kelly acabó siendo princesa de Mónaco en el año 56. Ahora mismo el príncipe Alberto II sigue viviendo allí, pero el palacio se abre para que la gente pueda visitar su historia, que como veis, no tiene desperdicio.

Lo que podrás ver dentro del palacio

El poder de conservación del palacio es impresionante, una vez dentro podrás poner tus ojos en auténticas maravillas tales como el salón amarillo, la sala del trono, la galería de Hércules, la capilla de la que dispone y que fue bautizada con el nombre de San Juan bautista, valga la redundancia. También podrás ver la sala de los espejos, así como los muebles o los tapices que decoran el palacio entero. También podrás ver una pintura original de Ferrari, ya que fue contratado para decorar uno de los techos del palacio.

Aunque es cierto que desaparecieron un montón de obras de arte cuando el palacio fue saqueado durante la revolución francesa. En aquella época le palacio se convirtió en un hospital para los soldados del ejército de Italia.

Debido a esto, también habrá una parte en al puedas ver todas las armas y balas de la época, cada fusil o cada munición que entonces se utilizó en la guerra.

La evolución del palacio

Obviamente a lo largo de los siglos el palacio ha cambiado drásticamente, pero el paso a la evolución que hoy conocemos fue dado concretamente por Raniero III, el cual ascendió al trono en el 49.

Nada más llegar empezaron las reformas, empezando por su habitación y prácticamente todas las del palacio. Reconstruyó el ala sur, la cual fue derruida debido a la revolución francesa. También como ejemplo, el mármol de los úselos fue cambiado por una especie de tapices, algunos de ellos tenían bordados una doble R, que es el monograma que utilizaba siempre Raniero III.

Aunque sus restauraciones fueron más allá, ya que quería que el país entero fuera una sede para el turismo, cosa que consiguió en los años 70, construyendo apartamentos turísticos, renovando las playas, eliminando las restricciones que tenían sobre juegos de azar y alimentando el comercio para agrandar el país. De hecho, cuando murió en el año 2005, el país estaba en su mejor época desde hace siglos. Después es cuando el príncipe Alberto II tomó el mando del país y del palacio.

Conclusiones y datos de interés

Si el palacio te ha convencido y es una de las rutas que quieres hacer sí o sí en tu viaje a Mónaco, estos son los horarios de apertura del lugar: podrás entrar al palacio desde las 10 de la mañana, su cierre es a las 18, pero si vas apurado, solo podrás entrar hasta las 17:30.

Aunque esto es el horario de casi todo el año, porque del 1 de Julio al 31 de agosto, las puertas se cierran una hora más tarde, a las 7 de la tarde.

En cuanto a los precios, los adultos pagan normalmente 8 euros, los niños o estudiantes bajan a 4 euros, y para grupos, deberás consultar en su página oficial.