El Jardín Exótico y la Gruta del Observatorio
El Jardín Exótico y la Gruta del Observatorio

Creo que todos estaremos de acuerdo en que hay ciertos lugares del mundo que al menos hay que visitar una vez en la vida. De hecho, los sitios pueden llegar a ser incalculables, siempre depende un poco de tus preferencias y cómo puedas buscar, porque hay lugares escondidos esperando a ser encontrados. No sé si has oído hablar de los dos espectaculares sitios de los que vamos a hablar hoy, pero tanto si la respuesta es afirmativa como negativa, quédate aquí, porque te va a encontrar lo que hay por descubrir en Mónaco: el jardín exótico y el observatorio.

Si empezamos hablando del jardín, podemos decir que esta maravilla nació o más bien abrió sus puertas, nada menos que en 1933. Está situado estratégicamente en la ladera de Rocher, precisamente para reforzar y avivar su crecimiento. El jardín contiene varios miles de plantas diferentes y es uno de los lugares más maravillosos que puedes encontrarte, no hay ninguna duda.

Y si hablamos del observatorio, tenemos que comentar varias rutas, ya que, si vamos para abajo, a unos 60 metros de profundidad, lo que vamos a encontrar es una gruta prehistórica, de hecho, se ha calculado que hombres prehistóricos vivían por allí hace nada menos que 250.000 años. Pero también puedes subir a la parte del observatorio, que son unos 300 escalones, por allí suelen reunirse los espeleólogos de la zona y del extranjero.

El jardín exótico

Si entramos en materia y empezamos a ver datos concretos de estos espectaculares sitios, podemos observar que le jardín exótico tiene una superficie de 15.000 metros cuadrados. Entre todo ese especio podemos observar, por ejemplo, que hay más de un millar de ramas u hojas hipertrofiadas junto con cactus, esta clase de plantas son llamadas “plantas suculentas” esto es debido a que con los años, han podido desarrollar órganos, aunque habitualmente están atrofiados, pero les sirve perfectamente para acumular grandes cantidades de agua dentro, y sobrevivir sin problema a ambientes secos.

Pero desde luego no son las únicas plantas que tiene, ya que al jardín lo habitan miles y miles de plantas que crecen cada año. De hecho, hay algunas desde que el Príncipe Alberto I lo abrió hace casi cuarenta años. Aunque la finalización de toda la instalación termino a principios de los años sesenta.

Según caminas por el jardín te va a dejar alucinando, ya que se considera un lugar perfecto para ver las maravillas surrealistas de las que hace gala la naturaleza.

El observatorio

Si andas por el observatorio y vas por una de sus faldas, vas a encontrar una gruta tremendamente interesante a cien metros de altura. Está hecha de piedra caliza que obviamente ha sido gastada por toda el agua que ha ido pasando a lo largo de cientos de años. También está compuesta de gas carbónico y de arte natural, o sea estalactitas, estalagmitas, churretes, columnas…

Como hemos dicho antes, podrás subir unos 300 escalones, que es una altura de unos noventa y ocho metros, de hecho, llega a la altura del mar, para poder ver cada rincón que allí habita. De hecho, también podrás encontrarte con fósiles bien conservados, objetos prehistóricos y descubrir cómo eran algunos de los animales de la época.

Conclusiones y datos de interés

Si tanto el jardín como el observatorio te han convencido para hacer una visita, deberías saber que suele estar abierto desde las nueve de la mañana a las 7 de la tarde, en horario de verano, o sea de mayo hasta septiembre. Si vas a ir cuando aún sea invierno, el horario de cierre será de una hora antes, a las 6 de la tarde.

Si quieres saber cuánto cuesta la entrada a este maravilloso paisaje, en adultos la cifra es de 6,90 euros, para niños o si eres estudiante, el precio baja hasta los 3,80 euros y si ya eres jubilado, el precio solo será de 5,30.

Hacer todo el recorrido al jardín y al observatorio te llevará algo más de hora y media, y desde luego da tiempo a disfrutar de cada detalle, sobretodo es recomendable escuchar al guía, ya que te dará datos muy interesantes tanto del jardín, como de los tiempos prehistóricos de las grutas del observatorio.