Alberto de Mónaco
Alberto de Mónaco

Alberto de Mónaco es el actual soberano de Mónaco, aunque de momento su fama y prestigio está muy lejos de alcanzar los niveles de su padre, el Príncipe Rainiero. En realidad su nombre completo es Alberto Alejandro Luis Pedro Grimaldi y sucedió a su padre hace 11 años, en 2005. Recibe el tratamiento de Su Alteza Serenísima y está casado con Charlenne Wittstock desde 2011 y tiene dos hijos mellizos: Gabriela y Jacobo de Mónaco.

¿Quién es Alberto de Mónaco?

Alberto de Mónaco es el segundo hijo de Rainiero III de Mónaco y de Grace Kelly. Es hermano de las princesas Carolina, la mayor, y Estefanía, la benjamina. Desde la cuna ha estado ligado a la realeza europea y al glamur.

Nació el 14 de marzo de 1958 y su madrina fue la reina Victoria Eugenia de España. Tuvo una educación exquisita, licenciándose en 1981 en Ciencias Políticas en una universidad americana. También ingresó en la Marina francesa. Siempre ha sigo aficionado a practicar varios tipos y modalidades deportivas, como el remo, el esquí, la jabalina o el fútbol. Tiene fama de juerguista y mujeriego y llegó un momento en que eras el único heredero soltero que quedaba en Europa.

Alberto y la prensa del corazón

Alberto fue considerado durante décadas un soltero de oro, por lo cual las revistas del corazón y la prensa rosa lo perseguían. Mantuvo romances pasajeros con mujeres famosas como Claudia Schiffer o Brooke Shields y algunos especularon, incluso, con sus tendencias sexuales.

Alberto de Mónaco ha sido siempre muy reservado con su vida privada, con lo cual aún despertaba mayores sospechas y rumores de todo tipo. De hecho, fuera de su matrimonio tiene dos hijos reconocidos que nacieron de madres diferentes, una azafata y una camarera, en 1992 y 2003. El príncipe los reconoció nada más llegar al trono, para aclarar sus asuntos ante la opinión pública y poner orden en sus asuntos. Ninguno de ellos accederá a la línea de sucesión, aunque sí heredarán de su padre y gozan de los beneficios económicos actuales del principado.

Se casó, pasados los 50, con la nadadora sudafricana Charlenne Wittstock.

Alberto y Charlenne y los constantes rumores de divorcio

Alberto conoció a la nadadora sudafricana Charlenne Wittstock en el año 2000 e iniciaron una relación. Tiene 20 años menos que él y anunciaron públicamente su compromiso en 2010, un año antes de que contrajeran matrimonio.

El 1 de julio de 2011 se casaron en el Salón de Trono de Palacio Grimaldi y pasaron su luna de miel en Sudáfrica, el país de la novia. Alberto tenía entonces 52 años.

Los rumores de desavenencias y separaciones entre ellos han sigo constantes, incluso desde antes de su boda. Las revistas del corazón suelen comentar el aspecto triste de la princesa consorte, pero lo cierto es que a día de hoy continúan juntos. Algunos medios comentan que este año 2016 caducaba el contrato que comprometía a Charlenne con Alberto, un documento que aseguran que firmó la nadadora comprometiéndose a darle un heredero al príncipe y a permanecer a su lado, como mínimo 5 años.

Por otro lado, la ausencia de Charlenne en la agenda oficial de Mónaco llama mucho la atención y despierta rumores constantes sobre la separación de facto de la pareja. Incluso, llegó a saltarse el Baile de la Rosa, uno de los eventos sociales con más tirón de Mónaco. Muchos rumores apuntan a que su relación con la princesa Carolina de Mónaco no es nada buena. De hecho, cada vez que una de ellas asiste a un acto o evento en Mónaco, es habitual la ausencia de la otra.

La ley sálica en Mónaco

En cuanto a sus hijos, Gabriela es la mayor y tiene el título de Condesa de Cardalés. El niño, Jacobo, Marqués de Baux, fue proclamado oficialmente primera figura en la línea sucesoria del Principado tras su padre, Alberto II, al día siguiente de su nacimiento. Su hermana ocupa el segundo puesto. Jacobo es ahora mismo el heredero más joven del mundo.

Esto ocurre porque en Mónaco impera la Ley Sálica, que impide reinar a las mujeres y a sus descendientes. Hasta el momento de su nacimiento, la Princesa Carolina de Mónaco era la heredera, ya que los hijos de Alberto nacidos fuera de su matrimonio no entraban en la línea sucesoria. Pero con el nacimiento de los mellizos, los puestos se reorganizaron.